La
República Bolivariana de Venezuela tiene casi 30 millones de habitantes. Justo
cuando asumió el poder (1999), el comandante Hugo Chávez implementó políticas
agresivas de alfabetización, consiguiendo que alrededor de dos millones de
personas recibieran educación gratuita. Además, subsidió la alimentación para
la gente más pobre, generalizó los servicios de medicina, apoyó a las mujeres
embarazadas con aportaciones económicas, pensionó a los adultos mayores, implementó
programas de vivienda digna y al alcance de las clases más bajas y fomentó una
mejoría en los ingresos laborales.
Los
hechos anteriormente vertidos provocaron que en la última década Venezuela haya
reducido su pobreza hasta en un 26.4%, según cifras de la Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (Cepal) (sólo
detrás de Ecuador). Lo mismo arroja el coeficiente Gini utilizado para medir la
desigualdad, mismo que muestra una mejora de 0.39, en donde 0 es el máximo de
igualdad y uno el mínimo.
¿Que
Chávez expropió muchas industrias? Sí, quizás las necesarias, principalmente
recuperando la soberanía petrolera, hecho que ha impulsado la implementación de
las políticas públicas mejorando la vida de muchos (pobres principalmente),
toda vez que Venezuela posee la mayor reserva de petrolera del mundo,
alcanzando los 297.000 millones de barriles, registrando en 2011 ingresos por
los hidrocarburos de hasta 88.361 millones de dólares (según money.cnn.com y pdvsa.com).
¿Qué
Chávez era un lastre para la democracia? El comandante estuvo sujeto al
escrutinio electoral en ocho ocasiones, incluso sufriendo una derrota electoral
en 2007 tras un referendo (procedimiento jurídico inédito en gran parte de Latinoamérica)
que pretendía reformar la constitución.
¿Que
Chávez no permitía la crítica como buen dictador? Como lo asevera el escritor y
periodista uruguayo Eduardo Galeano en una charla, quienes escribían que «en
Venezuela no hay libertad de expresión» tuvieron la libertad de expresar su
dicho a través de la prensa dentro de ese mismo país. Dato no menos desdeñable
es el hecho de que la televisión estatal Venezolana (controlada por el
gobierno) apenas llega al 5.9% de la audiencia, quedando el resto a empresas
privadas.
Claro
que no voy a tener una opinión tan fidedigna como otros del hoy difunto Hugo Chávez,
pues como bien me lo han dicho tendría que pisar tierras bolivarianas (soy de
México y jamás he ido a Venezuela) para hablar con conocimiento de causa, pero de
lo que sí estoy seguro es que el comandante representaba un dolor de cabeza
para el imperialismo y los oligarcas que tienen ahorcado al mundo; el hecho de
que haya sido enemigo de gente tan abyecta como George W. Bush, el rey Juan Carlos
de España o el ex presidente de México Vicente Fox, para mí ya representa mucho.
Cierro
aseverando algo que quizá suene como una tontería pero para mí es trascendental:
si mi amado Silvio Rodríguez respalda un proyecto socialista como el de Chávez
algo bueno debe tener.
«Hasta
siempre comandante» le dijo el trovador cubano Carlos Puebla a Ernesto el «Che»
Guevara; hoy sólo traslado sus palabras y las dirijo a ese ferviente seguidor
de Simón Bolívar, Hugo Rafael Chávez Frías (1954-2013).
No hay comentarios:
Publicar un comentario